Un elemento del que ninguna novia puede prescindir es el bouquet o ramo de flores.
Podemos adaptarlo a nuestra personalidad, a la decoración de la ceremonia, a nuestros pajes y damitas o simplemente podemos llevar un ramo de flores blancas que os acompañará con la elegancia y sencillez que necesita ese día.
Si lo que queréis es aportar un toque de color, el bouquet de flores rojas me parece ideal para novias atrevidas, incluso podéis llevarlo a juego con los zapatos.
Y si el rojo no os convence pero queréis destacar, el azul es otra alternativa que podéis tener en cuenta la hora de elegir vuestro ramo.
Para las novias menos atrevidas, las flores en tonos malvas son una opción muy acertada, incluso combinadas con otros colores.
Y dejando a un lado los colores llamativos pasamos a los tonos pastel, idóneos para novias con aires boho o vintage.
Otro color con el que podemos sacar mucho juego para nuestro bouquet son las flores de color rosa. Podemos combinarlas con otros colores, jugar con la tonalidad de rosas o simplemente en rosa fucsia, el tono perfecto para contrastar con el blanco de nuestro vestido.